miércoles, 6 de agosto de 2014

BRAZO GITANO SALADO: UNA PROPUESTA PARA EL TAPEO VERANIEGO.

brazo gitano salado


Hoy traigo una de esas recetas que o tu abuela sabe hacerla parecida o, si se la explicas, la hará mejor que tú. Tal como te lo digo.

¿Por qué? Porque esta es una receta muy tradicional y siempre me acuerdo de las abuelas o las madres cuando traigo recetas tradicionales, de las de toda la vida, ya que es difícil competir con las manos expertas de esas buenas mujeres.

No obstante, sabes que, también, suelo traer recetas para cocinillas principiantes, aquellos para los que los pasos a seguir en la elaboración de todos sus platos son siempre dos: descongelar y freír.

Habrás notado que, últimamente, mis propuestas suelen tener muy en cuenta las típicas celebraciones o reuniones del verano como si te imaginara con un pie en la piscina o en la playa cada vez que lees mis recetas pero tengo que ser realista; si te diera la receta de un contundente y calentito guiso lo mismo y hasta se te derretían las seseras y eso que estamos teniendo un verano bastante fresquito (ya sé que semejante afirmación de la mano de una sevillana es relativa porque los sevillanos consideramos que somos víctimas de una ola de frío siberiano siempre que el termómetro no supere los 40º en agosto).

¿Recuerdas el típico brazo gitano que, de seguro, has merendado en muchísimas ocasiones? Pues mi propuesta de hoy consiste en un brazo gitano pero en una versión salada. Es ideal para un tapeo, un entrante, una cena, o cuando te dé la gana en estos días en los que apetece más el picoteo que el cuchareo. Y raro sería que no hayas probado un brazo gitano en alguna celebración familiar de antaño. Es hora de que aprendas a hacerlo tú mismo.

Los ingredientes que necesitas son 1,5 kg. de papas, 250 gr. de gamba cocida, 250 gr. de aceitunas, una lechuga, tres latas de atún, 50 gr. de mantequilla, salsa rosa, mayonesa, pimientos del piquillo y sal.

La elaboración. Lo primero que tienes que hacer es cocer las papas y cuando se hayan enfriado, pelarlas y pasarlas por un pasapuré. Si no tienes uno, machácalas con lo que tengas a mano, por ejemplo un tenedor. Agrega la mantequilla y un poco de sal al puré para que no quede tan soso. 
A continuación, dispón el puré sobre un papel de horno y extiéndelo con un rodillo  hasta hacer la forma de un rectángulo (yo suelo poner otro papel de horno encima para que no se pegue el puré al rodillo y lo retiro cuando termino de extenderlo todo).
Para el relleno, corta muy finita la lechuga, coge la mitad y la otra mitad resérvala para decorar.
Pica las aceitunas (puedes elegir cualquier tipo de aceitunas aunque te recomiendo que no sean rellenas de anchoa ni con un sabor muy intenso para no enmascarar los otros sabores) y las gambas y ponlas en un bol junto con la lechuga y el atún. Agrégale salsa rosa a este relleno. Sé generoso, que no quede muy seco. Puedes comprar la salsa rosa o hacerla tú mismo, esto último es lo más recomendable o al menos  yo prefiero hacerla. Ya sabes, es una salsa muy fácil de elaborar con mayonesa y kétchup, un chorrito de zumo de naranja y unas gotas de tabasco.

Pon esa mezcla de relleno sobre el puré de papas.

Ahora viene la parte más complicada del proceso o, más bien, aquella parte para la que te vendrían bien unas manos expertas en el arte del amasado y enrollado.  Tienes que enrollar, poco a poco,  el puré con el relleno hasta hacer la forma del típico brazo de gitano. No es muy complicado pero hay que tener paciencia e intentar que no se nos abra porque la textura del puré no ayuda mucho. Tampoco intentes enrollarlo mucho y termines haciendo un destrozo. Es preferible que la forma te quede un poquito más ancha que la del  brazo de gitano dulce pero que no se te le salgan grietas al rollo y empiece a abrirse. Puedes ayudarte de un paño de cocina para ir enrollando.

Finalmente, cubre con mayonesa y decora como se te ocurra. Yo pongo la otra mitad de la lechuga cortada fina por alrededor y arriba decoro con unas tiras de pimientos del piquillo y algunas aceitunas, como puedes ver en la fotografía. Me gusta ese aspecto casero algo barroco que recuerda a las ensaladillas de las abuelas, así que, si quieres potenciar ese recuerdo, puedes poner también huevo cocido por encima. Si, por el contrario, quieres ponerte “fino” o muy moderno, huye del pimiento del piquillo y agudiza el ingenio, ponle pepinillos, tomatitos cherry, zanahoria rallada… Eso ya lo dejo a tu imaginación y a tus dotes decorativas.

Lo mismo te digo con el relleno, hay quienes hacen los brazos gitanos salados con el relleno que suelen llevar las empanadillas de atún. Yo he preferido darte la receta de este relleno con gambas y aceitunas por darle un toque diferente y porque  con el relleno de atún y huevo cocido de las empanadillas sí que me parecía que el resultado era casi como hacer una ensaladilla solo que currándose un poco más la presentación. Aunque para gustos…

La versión que te traigo está muy rica, queda muy vistosa y es barata porque con los ingredientes que te he indicado consigues un brazo gitano salado bastante grande, apto para grandes celebraciones o comilonas.


Es tiempo de compartir mesa. Atrévete a hacer este brazo gitano y compártelo junto con alguna bebida muy fría, no habrá quién te haga levantar las posaderas hasta dar buena cuenta del brazo gitano.

*Receta publicada en la sección de Gastronomía de LA VOZ DE HOY

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