viernes, 30 de octubre de 2015

10 COSAS QUE PUEDES HACER EN UNA SALA DE ESPERA DE URGENCIAS PARA MATAR EL TIEMPO

urgencias

     
     1-  Conversar con otros pacientes para, sutilmente, dejarles claro que tú estás mucho peor que ellos, tengan lo que tengan, y que si les atienden antes que a ti puede que te mueras mientras esperas y, entonces, tendrán que cargar con eso en sus conciencias toda la vida.  No olvides finalizar tu alegato con una tos carrasposa a modo de punto y final.

2-  Recrearte en tu dolor y hacerlo con la suficiente efusividad como para que tu acompañante y el resto de la sala sepan de tu sufrimiento. Puedes chillar: me duele, me duele. No vaya a ser que alguno sea corto de oídos. También puedes pedir un analgésico aunque te acaben de dar otro.


 3-   Contar todos los pacientes que hay en la sala, cronometrar el tiempo que tarda en consulta uno de ellos y establecer una regla de tres para intentar predecir cuánto tiempo te queda de espera. Una vez obtengas el resultado, comunica a tu acompañante y a los familiares que te llamen por teléfono para interesarse por tu salud los datos de tu concienzudo cálculo: ¡sabrá Dios cuando salga de aquí!

4-     Leer “Le malade imaginaire” de Molière. En español también sirve. Pero no te vayas a poner una bata amarilla. Por si acaso.

5-    Hacerle una foto a la pulsera o al volante de Urgencias para subirla a las redes sociales rápidamente y que así todos tus cibercontactos empiecen a preguntarte qué te ha ocurrido. Es un interés falso, pero contestarles te entretendrá bastante mientras aguardas tu turno. Además, probablemente te ganes un poco de lástima que nunca viene mal.

6-     Escribir wassaps a contactos con los que haces siglos que no hablas y en grupos que tenías olvidados. Sabes que aún los conservas para que te salven en caso de una concreta emergencia: el aburrimiento.

 7-     Increpar a los conocidos con los que te encuentres y fingir un interés repentino por todo  lo concerniente a su vida personal y laboral. Puedes entablar con ellos un animado diálogo en voz alta, para oíros bien, y echarte unas risas como si estuvieras en la barra de un bar. El zumbido de tu escandalosa plática le hará mucho bien al resto de enfermos, sobre todo a los que han acudido a Urgencias muy fastidiados.

8-     Hacer un estudio de mercado entre el personal sanitario según tus preferencias en cuanto a sexo y edad. Un dato importante a tener en cuenta es la buena percha para llevar la indumentaria propia de la profesión, especialmente las batas. Habrás de escoger a la persona que más te llame la atención para pasarte el resto del tiempo deseando que tu elegido o elegida sea quien te atienda, se enamore locamente de ti al verte, os caséis a los pocos días y, gracias a eso, tengas un médico en casa que te diagnostique y te evite el tener que ir a Urgencias en el futuro. Te advierto que este punto no lo puedes hacer si acudes a Urgencias con un ataque de migrañas. No se puede soñar despierto cuando te duele la cabeza.

 9-   Estudiar el comportamiento de los otros pacientes en la sala de espera y escribir una lista con las diez cosas que puedes hacer para matar el tiempo mientras esperas en Urgencias.

10-   Lo último y lo más importante que puedes hacer: empapar una gasa con toda tu frustración y mal humor y tirarla en la primera papelera que encuentres antes de entrar en consulta. El médico que te atenderá no tiene la culpa ni del colapso en las Urgencias ni de los problemas en la Sanidad Pública Española. Como mucho, lo único que tiene son un buen puñado de horas de guardia a sus espaldas. Hazte cargo.

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