domingo, 31 de enero de 2016

LA LENGUA AZUL



No pudo ser porque tenía la lengua azul.

Reconozco que mientras viajaba en el AVE se me pasó por la cabeza la idea. Pero nada más llegar a Madrid calculé las probabilidades que había de que, en 72 horas, dos desconocidos, que en realidad no lo son tanto, se cruzaran casualmente en una ciudad de más de tres millones de habitantes. Eran pocas. Muy pocas.

sábado, 23 de enero de 2016

PASTEL JAPONÉS CON SOLO 3 INGREDIENTES.

cotton cheesecake


Con tres ingredientes se puede hacer un pastel. Y no un pastel cualquiera, sino un pastel japonés delicioso. Aunque lo de sus orígenes japoneses yo lo dejaría un poco en el aire.

A decir verdad, este pastel recuerda a una tarta de queso. De hecho, se dice que fue en la década de los 80 en una ciudad al sur de Japón, Fukuoka, cuando una pastelería de estilo  estadounidense empezó a distribuir este pastel conocido, también, como la cotton cheesecake. Supongo que el nombre le viene por su textura tan esponjosa.

lunes, 18 de enero de 2016

CÓMO PREPARTE EL EXAMEN DELF B1 DE FRANCÉS


El DELF es un diploma de estudios en lengua francesa que expide el Ministerio de Educación francés. Y es reconocido internacionalmente.
Los niveles del DELF van desde los básicos A1 y A2 a los intermedios B1 y B2. Para obtener los niveles C1 y C2 habría que examinarse de un DALF, es decir, un diploma avanzado de estudios franceses.

Hoy día, tener un título oficial que te reconozca, como mínimo, un nivel B1 en algún idioma es un requisito fundamental que necesitas o vas a necesitar para muchas situaciones: conseguir un Grado, entrar en un Máster, sumar puntos en algunas oposiciones…  Por no hablar de que un curriculum sin idiomas es como una ensalada sin aliño: eso no hay quién se lo coma. O lo que es lo mismo: a ningún futuro jefe le gusta.

Hace unos años me presenté y aprobé, bien sûr, al examen DELF B1. Y hoy he decidido recordar mi experiencia y explicarte cómo me lo preparé yo, por si te sirviera de ayuda.

sábado, 9 de enero de 2016

PROPONTE


Aquí entre tú y yo: eres más falso que un billete de tres euros. Y yo también. Y un gran porcentaje de la población, para qué engañarnos.

Sí, sí, me refiero a ti, seas hombre o mujer. Me refiero a ti que a estas alturas ya lo has vuelto a hacer, como cada año, ya has vuelto a anotar, mentalmente o por escrito, una lista de propósitos para este año que recién acabamos de estrenar.

Mentir a la gente está mal, pero mentirse a uno mismo es cosa de imbéciles.

martes, 5 de enero de 2016

UNA TAL YO




Me llamo Eva María, como la que se fue buscando el sol en la playa pero sin bikini de rayas. Más que nada porque las rayas horizontales engordan y las verticales te dan un look presidiario poco glamuroso.

Tengo 27 años y soy sevillana, natural de un pueblo de marismas por cuyas arterias corre jugo de tomate, conocido como Los Palacios y Villafranca.

Ahora es cuando se supone que yo me vendo sutilmente, te cuento una versión emotiva sobre mi amor por las letras desde la niñez y te digo que inventaba cuentos desde muy pequeña y que se los leía a otros niños… bla, bla, bla… Chorradas. Eso ya lo sabes. Yo prefiero contarte una versión mucho más morbosa sobre mis orígenes.

Yo, Eva María, vine al mundo con un par de almendras ancladas a un útero y envuelto todo en una cadera que se fue ensanchando con el tiempo. A los catorce años (un poco más tarde que al resto de las chicas) me salieron de entre las costillas un par de colgajos de grasa, redondos, prietos, voluptuosos, pero inestables; para salir a la calle hay que llevarlos sujetos y dado que están cosidos al tórax de mala manera, intuyo que se terminarán soltando y la piel irá cediendo hasta rozarme el ombligo mientras la grasa de dentro se irá escurriendo, como la carne vieja de las uvas que se hacen pasas irremediablemente a la par que se les arruga el pellejo y se quedan colgando a saber cómo, de un racimo vencido que apenas las sostiene.

Eso es todo lo que tienes que saber de mí. Bueno, eso y las mil y una estúpidas aficiones que tengo: la literatura, la historia y la cocina, entre otras tantas.

También me entretengo en cosas mucho más serias y rentables como hablarle a las paredes, escuchar música por la calle, ver películas de los ochenta y envidiar los cardados de pelo, adivinar el futuro en los ojos de la gente, espiar por la ventana mientras hago bicicleta estática... Lo típico, vaya.

He abierto este blog porque padezco una curiosa patología: incontinencia verbal teclativa. Vamos, que es sentarme frente a un teclado y no puedo parar de escribir, sobre lo que sea.

Si has llegado leyendo hasta aquí, acabas de confirmar mi teoría: con una buena prosa, puedes atrapar al lector contándole cualquier cosa, desde la confirmación de la existencia del Bosón de Higgs al nacimiento de unos pechos, aunque esto último es más fácil, todo hay que decirlo.



Eva María Torres de los Santos
evamariaescribiendo@gmail.com